Este curso, en 2º de ESO, hemos empezado un nuevo reto: el de edición literaria. Cuando nos propusieron hacerlo nos hizo mucha ilusión, ya que la mayoría de retos tienen un enfoque científico y pocos trabajan el ámbito literario.
El reto de edición literaria no es poca cosa, y los alumnos toman conciencia desde el primer día. Crear un cuento para los alumnos de 2º de primaria y ser partícipes de la magia de leer y del descubrimiento de la lectura no es algo fácil.
En primer lugar, los chicos y chicas dan un salto en el tiempo para redescubrir, en la biblioteca infantil, aquellas características de los cuentos que hacen que un niño de 8 años quede cautivado. En esta primera búsqueda contamos con la ayuda de Núria Castanedo, la bibliotecaria del colegio.
En segundo lugar, Cristina Feliu, editora profesional de la editorial de cuentos infantiles y juveniles Bindi Books, les ayuda a descubrir el a menudo desconocido proceso editorial. Les explica todas las fases de la creación del libro, desde qué idea debe transmitir, qué diseño es el más adecuado, cómo debe ser la cubierta y las ilustraciones, y cómo funciona el proceso de maquetación.
Laia Ballester, ilustradora profesional y exalumna del colegio, también hace una charla a los alumnos donde consigue hacer perder uno de los miedos más arraigados del proceso: la ilustración de un álbum ilustrado. Les da pautas de cómo deben ser estas ilustraciones y de cómo hacerlas atractivas para el público infantil mediante diferentes técnicas.
Una vez zambullidos en el mundo de la edición, da comienzo la fase de creación. Primero hacen una lluvia de ideas de los temas que creen que es necesario trabajar con los alumnos de 2º de primaria, como los miedos, el valor de la amistad o la confianza en uno mismo, por ejemplo.
El proceso toma su primera forma con el ‘Storyboard’.
A continuación, escriben el texto del cuento y comienzan a crear las ilustraciones. En el proceso de edición y creación en grupo, se trabaja muy intensamente tanto la competencia interpersonal y social como la personal.
A partir de aquí cada grupo elige el camino más adecuado para el resultado que busca: unos hacen las ilustraciones a mano, con acuarelas, lápices de colores, las escanean y las trabajan posteriormente con un programa de edición de imagen; otros eligen trabajar con la técnica del collage digital, combinando la parte manual y digital; otros apuestan por una confección totalmente digitalizada.
Ahora bien, todos terminan montando el libro con la ayuda del programa Publisher, enfrentándose al desconocido mundo de la maquetación digital. Creemos que trabajar la competencia digital de esta forma les abre los ojos a todas aquellas destrezas que deben ir adquiriendo a lo largo del tiempo, a menudo en ámbitos donde no se lo esperan.
Los últimos pasos se centran en la cubierta, uno de los elementos más importantes para captar la atención de los lectores más pequeños, y en el cosido manual de los distintos bloques del cuento.
Por último, la parte más enriquecedora de un reto: observar, crear respondiendo a una necesidad y vivir la magia en directo. En esta etapa, los alumnos van a 2º de primaria a mostrar y explicar todos los cuentos que han creado. Trabajar la competencia comunicativa es uno de los objetivos del reto. Desde el Sagrado Corazón creemos que es muy gratificante la interacción entre las diferentes secciones. Los alumnos de la ESO ven la emoción, la ilusión de los más pequeños, cuando les cuentan sus narraciones. Les hacen preguntas, se fijan en las ilustraciones, leen los diálogos… de esta manera ven los frutos de todo el trabajo realizado, reviviendo la magia que algunos habían olvidado y sintiéndose, todos juntos, pequeños y grandes, unos privilegiados.
Agradecimientos:
A Pedro Armengou, director de la ESO, por proponernos este reto.
Al Toni Escuder, profesor de la ESO, por confiar desde el primer momento en el reto.
A Núria Castanedo, bibliotecaria del colegio, por su predisposición y por introducir a los alumnos en el mundo de la narración infantil.
A Cristina Feliu, editora de Bindi Books, por sus charlas tan profesionales a los alumnos.
A Laia Ballester, ilustradora, por enseñar cómo hacer ilustraciones y para que los alumnos pierdan el miedo al “folio en blanco”.
A los profesores de 2º de primaria, por facilitarnos siempre el trabajo y abrirnos las puertas de primaria para poder compartir este reto con sus alumnos.
A los alumnos, por su predisposición en esta aventura literaria.
En el Sagrat Cor Sarrià vivimos los viajes y las salidas lúdicas como una oportunidad más para fomentar el desarrollo formativo del alumnado.
Este tipo de actividades les permite experimentar el mundo real y aplicar los conceptos que han aprendido en el aula. El viaje que durante el mes de marzo realizaron los alumnos de 2º de Bachillerato a Ginebra les permitió adquirir mejores conocimientos relacionados con el tipo de Bachillerato que están cursando. Los chicos y chicas de Ciencias Sociales tuvieron la oportunidad de visitar la sede de la Naciones Unidas (ONU) o el Museo Patek Philippe; mientras que los estudiantes del Científico fueron a ver La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Visitas seleccionadas que les pueden ayudar a comprender mejor la historia o la ciencia vista en clase.
Las salidas también ofrecen una oportunidad para el aprendizaje social, experiencial y emocional. Los estudiantes pueden interactuar con sus compañeros de clase de una manera más relajada y aprender habilidades sociales, como la cooperación y la resolución de conflictos.
La esquiada a La Molina que cada año se organiza para los alumnos de 1º de Bachillerato es una ocasión que tienen para interactuar con los profesores y sus compañeros de una manera distinta a como lo hacen en las clases.
Durante estas estancias también disponen de ratos libres para fomentar su autonomía. Los estudiantes aprenden a moverse por los sitios en los que se encuentran, usan el transporte público y buscan por ellos mismo lugares para visitar y comer.
Los viajes inspiran y despiertan su curiosidad intelectual o artística. Al ver nuevas experiencias, pueden desarrollar un amor por el aprendizaje y encontrar un motor motivacional para aprender más.
Los profesores tienen la capacidad de enseñar de una forma efectiva y real la diversidad cultural y la existencia de distintas comunidades. Al visitar lugares nuevos y conocer a personas de diferentes orígenes, los estudiantes pueden desarrollar una mayor comprensión y apreciación por la diversidad. En resumen, las experiencias que están organizadas para ver y vivir la vida, son pura pedagogía. Significan una oportunidad de relacionar y consolidar aspectos de distintas materias fuera del aula.
Los alumnos de primero de Bachillerato dedican cuatro días del curso escolar a vivir la Semana Barat. Unas jornadas dedicadas a la formación integral de los alumnos en todas sus dimensiones basadas en la pedagogía de Sta. Magdalena Sofía Barat, fundadora de las escuelas del Sagrado Corazón.
Durante este tiempo se trabaja tanto la dimensión espiritual y social de los alumnos; arraigadas a una Fe activa, abierta a los demás, solidaria y comprometida en la transformación del mundo, como la dimensión de Arte y Pensamiento; un deseo por desvelar la sensibilidad, el gusto por la Belleza, la sabiduría y la cultura como ejes que fundamentan la personalidad de los alumnos.
En el marco de las actividades relativas a la espiritualidad y la preparación de la Confirmación, se organiza durante los mismos días, un receso en Manresa para ayudar a los alumnos a profundizar su mundo interior. Más allá de la catequesis semanal en el colegio, los chicos y chicas deben sentir y experimentar el Amor de Dios. El receso pretende ser un paro para dedicar tiempo a la oración, el silencio, la reflexión y el encuentro con Cristo.
Las demás salidas también son parte fundamental de la semana. Algunas de ellas buscan ampliar las miradas a la ciudad de Barcelona, como la visita a la Fundación Migra Studium, entidad que trabaja en favor de la dignidad y los derechos de las personas vulnerables a la vez que sensibiliza a la sociedad sobre la diversidad cultural y religiosa.
También tuvieron la oportunidad de conocer El Lloc de la Dona, un centro de atención social que pertenece a la congregación religiosa de Hermanas Oblatas y que se compromete, desde el evangelio, en favor de la justicia con las mujeres que se encuentran en contextos de prostitución o finalidad de explotación sexual. Su misión favorece el desarrollo integral y la autonomía de estas mujeres que viven situaciones de exclusión y de injusticia, contribuyendo así a la realización personal y su integración social y laboral.
Los chicos y chicas realizaron la ruta Visibles, organizada por la Fundació Arrels. En esta salida, llevada por usuarios y trabajadores de la entidad, conocieron a través de murales de arte urbano en diferentes localizaciones del barrio del Raval, cómo acompañan y atienden a las personas sin hogar que se encuentran en las fases más consolidadas de exclusión hacia una situación lo más autónoma posible. También sensibilizan a la ciudadanía respecto a los problemas de la pobreza en nuestro entorno y denuncian situaciones injustas.
Y para ver la realidad en la que viven aquellas personas sin papeles y que están a la espera de saber su destino, acudieron al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), donde escucharon el testimonio de un voluntario. Una visita que les impactó mucho y en la que hicieron una reflexión muy interesante surgida por el hecho de desplazarse hasta la periferia de la ciudad y ver que no está permitido acceder al equipamiento ni que los internos puedan salir.
También realizaron una salida a Cervera y Vallbona de les Monges. La Fundación Casa Dalmases muestra la acción social, impulsando el proyecto de elaboración y comercialización de cerveza artesana y chocolates con la intención de crear empleo, integrando las “diferentes capacidades” de las personas que forman parte, y dar respuesta a la fragilidad social que desgraciadamente persiste actualmente en tantos colectivos.
Y en el Monasterio Vallbona de les Monges, vivieron la espiritualidad de una comunidad formada con el compromiso de seguir a Cristo con una vida sencilla de oración y trabajo. Las características esenciales del Cister son la vida en comunidad, el silencio, el trabajo y la simplicidad. Viven en armonía con la naturaleza y sus ciclos y trabajan de acuerdo a criterios ecológicos y de preservación del entorno.
Entienden la vida en comunidad no sólo en el ámbito de compartir un espacio, sino en que “todo es de todos” y “todo es comunitario”.
La experiencia de pensamiento y de arte también es muy importante durante la Semana Barat, por lo que una de las rutas de la semana llevó a los alumnos al MNAC. Allí reflexionaron sobre los cambios en el papel y la consideración de las mujeres a lo largo de la historia a partir del valor documental de los objetos patrimoniales. Una lectura en clave feminista de la colección que explora los mecanismos, artísticos y políticos, que a menudo han articulado el olvido de las mujeres. Una forma para que los alumnos establezcan puentes entre pasado y presente e identificar los procesos, cambios y regresiones que han determinado la condición desigual entre hombres y mujeres hasta la actualidad, así como los principales agentes responsables de esta realidad.
El paseo por la montaña de Montjuïc ayuda a entender la arquitectura y la construcción de este espacio de servicios en la ciudad.
Y, para terminar, la película ‘La familia que tú eliges’, que pudieron disfrutar en el Verdi Park, les sirvió para reflexionar sobre el concepto de la familia, el elemento central de la producción.
Queremos conocer con más profundidad tu visión y vivencia pedagógica en el mundo actual. ¿Cómo se afronta la misión docente siendo este un ámbito tan cambiante?
Cierto es que estamos viviendo tiempos de cambio en el mundo de la educación. Pero ¿cuándo no hemos vivido tiempos de cambio en la educación? Los que ya peinamos canas, argumento de autoridad, podemos constatarlo con nuestra propia experiencia.
En las Escuelas de Magisterio de los años 80 se estudiaba a María Montessori, a Decroly, a Freinet y a los representantes de la Reggio Emilia, como Loris Malaguzzi, a Jean Piaget y su “teoría del desarrollo congnitivo”, a Víctor Garcia Hoz, uno de los precursores españoles de la personalización del aprendizaje, se leían libros como la Personalidad Creadora de Abraham Maslow o Aprender a Ser: la educación del futuro, de Edgar Faure, se estudiaba a Howard Gardner con su “teoría de las inteligencias múltiples” o el “cono del aprendizaje significativo” de Edgar Dale.
Así que, ¿cómo se afronta?, pues con expectación y serenidad.
¿Siguen siendo vigentes las propuestas de estos referentes de la educación?
Por supuesto. Creo que las teorías que se desprenden de estos autores, míticos referentes de los maestros de la antigua Educación General Básica son en gran medida las mismas que se han ido sucediendo, con diferentes matices, en todas las leyes de educación desde los años 80 hasta nuestros días. Nadie tenía que subrayar que el alumno era el centro del aprendizaje, porque todas las teorías pedagógicas, el modo de hacer escuela, partían y llegaban de un modo natural a ese punto.
¿O sea, que entonces estás diciendo que no hay tanto cambio como parece?
No te quepa la menor duda. La importancia del entorno social, de la realidad que vive el niño, la democracia, el aprendizaje basado en procesos manipulativos y de estimulación sensorial, la mirada globalizadora, la evaluación continua y formadora, el trabajo en equipo, la igualdad… En lo esencial, creedme, no hay tanto cambio.
¿Cómo es posible, pues, que unas teorías pedagógicas enseñadas en las universidades españolas desde la década de 1980 todavía no hayan encontrado una pista de aterrizaje idónea?
Tal vez porque no se ha dedicado el suficiente tiempo y recursos en la formación del profesorado. Para cambiar la mentalidad de un sector se requiere un proceso largo, y ahora todo queremos que sea inmediato. Muchas veces, las nuevas leyes de educación que conllevan cambios metodológicos se reciben como una imposición.
Por otra parte, la cultura de la jerarquía en el mundo de la educación en España y la diferente formación universitaria que reciben los docentes, que deriva de la antigua diferencia entre diplomados y licenciados, tal vez tenga algo que ver en este asunto.
Demasiadas pistas de aterrizaje.
¿El Máster en Profesorado puede ayudar a ese aterrizaje?
Debería. Todos sabemos que los másteres que capacitan a los docentes para dar clase, aunque se ha alargado a un curso su tiempo de estudio, no dejan de ser en muchas ocasiones (no me gustaría generalizar) un puro trámite, cuyo resultado final es el de otorgar un certificado que te dé la opción de dedicarte a la docencia. Pero en muchas ocasiones no logran construir la estructura más importante que debe tener todo educador: su mirada de maestro. Una mirada que se cimenta en el amor al niño y el amor a la profesión de educador.
¿Se te ocurre alguna propuesta de mejora formativa para la disciplina didáctica?
Hasta que no cambien los planes de estudio universitarios para todos aquellos que quieran dedicarse a la educación, seguiremos teniendo un déficit en lo más importante, en la mirada que todo educador debe tener ante el binomio conocimientos/alumno.
Creo que nos falta sistematizar y homogeneizar. Todas las personas que se dediquen a la educación tendrían que salir de las universidades con conocimientos en pedagogía, psicología y didáctica, además de los propios del ámbito escolar. La universidad, además de enseñar conocimientos, debería encender la mecha de la pasión por la educación.
Por otro lado, hay que tener en cuenta otro componente, cualitativo, de gran fuerza, que condiciona todo el sistema. Hablamos del contexto vital del niño, un contexto que nada tiene que ver al de los años 1980, 1990, 2000, 2010…
¿Los continuos cambios sociales, y la velocidad de estos, hacen que nos encontremos ante un alumno diferente al de antaño?
Tal vez en la superficie, pero no en su condición humana. Dos importantes elementos ejercen hoy día de grandes condicionantes en el mundo de la enseñanza (y en el de la sociedad en general): la globalización y la tecnología. Estos elementos han cambiado por completo el paradigma educativo en el que nos hemos ido moviendo tradicionalmente. El resultado es un brusco cambio que se vive como una revolución y que crea inseguridades. Por otra parte, hemos de tener en cuenta todos los avances en neurociencia educativa. Ahora conocemos aspectos del cerebro que antes desconocíamos.
Está claro que no podemos instalarnos en el “cualquier tiempo pasado fue mejor”, la educación no puede enajenarse del tiempo y el espacio en que le ha tocado vivir, porque si no, rompería el cordón umbilical que le une al hombre, al niño. Un niño que vive en un tiempo y en un lugar determinado, y esto no lo podemos perder de vista.
¿Qué opinas sobre el debate actual “innovación versus tradición”?
Sinceramente, creo que el debate entre los partidarios del conocimiento y los más afines a metodologías más innovadoras es una lucha estéril que no suma. Pensemos en el niño y en su contexto vital. No podemos cambiar el mundo globalizado y tecnológico en el que vivimos, como tampoco podemos cambiar la naturaleza humana de nuestro alumnado. Por lo tanto, no se trata de librar una batalla entre conocimientos tradicionales e innovación, sino de aprovechar ese contexto tecnológico para hacer crecer el lado humano de las personas, y apoyarnos en la esencia de nuestra condición humana y en nuestros conocimientos básicos para ejercerla de un modo inteligente, humanizando ese contexto tecnológico.
Pensemos en el Renacimiento, una época de esplendor antropológico que vino precedida de grandes cambios tecnológicos. ¿En qué ha cambiado la condición humana desde entonces? En nada.
¿Y cómo podemos avanzar?
Ni inercias inmovilistas ni experimentos con gaseosa. Equilibrio y prudencia. Solo desde la virtud aristotélica y desde el sentido común lograremos avanzar.
Los conocimientos, en esto estamos todos de acuerdo, son imprescindibles para una educación competencial, sin conocimientos no hay competencias. Por lo tanto, abogo por una evaluación constante, sin agobios ni presiones, de los conocimientos clave que son imprescindibles para ser realmente competentes. Mucho de lo que siempre hemos trabajado con los alumnos sigue siendo fundamental, no tenemos que volvernos locos. Es cuestión de ganar en una cierta autenticidad, fundamentada en el aprendizaje significativo, y un cierto encaje de los conocimientos en el contexto vital de nuestros alumnos. No nos dejemos arrastrar por las inercias que chocan con nuestra realidad, pero conservemos lo que ha funcionado bien.
¿Entonces, que le pedirías a los políticos?
Tiempo, recursos y sentido común, nosotros pondremos el resto, talento, trabajo, imaginación y entusiasmo. Necesitamos tiempo para la formación del profesorado, necesitamos tiempo para la implementación de los currículums y tiempo para la implementación de las metodologías de un modo racional y enfocadas a objetivos educativos concretos.
Por muy innovador que sea en apariencia, si el método no logra conseguir el objetivo que nos proponemos, estamos ante un método que no funciona. No quiero cargar contra la innovación pedagógica ni mucho menos, pero quiero subrayar que la metodología innovadora solo es una herramienta, no un fin. Lo importante es el “para qué”, esto es, los objetivos que queremos conseguir con esa metodología, sea o no innovadora.
¿En qué crees, Carlos?
En el binomio amor/pedagogía dentro del aula. El profesor debe dominar y amar la disciplina que imparte, su asignatura, y, además de la cabeza, es esencial que ponga el corazón en el proceso de aprendizaje de cada alumno. Si este encaje se da, todo fluye.
En el aula se produce una relación humana maravillosa entre el alumno y el profesor. Este está en posición de superioridad y puede hacer volar al alumno o hundirlo; nuestra función es hacer que vuele. Somos puentes y trampolines que lanzan al alumno hacia la vida. Creo en los conocimientos, en la metodología enmarcada en una circunstancia vital del alumno y creo en el binomio humano profesor/alumno. Y, como Gracián, creo en que de nada sirve que el conocimiento avance si el corazón se queda.
Los alumnos de 1º y 2º de la ESO disfrutan de diferentes retos vinculados a distintas áreas. Éste es un ejemplo de cómo trabajamos y de nuestros hitos como profesionales de la educación.
Este año hemos iniciado un reto artístico con los alumnos de 1º de la ESO. Los profesores del reto estamos muy ilusionados y animados, ya que estamos empezando a recoger los frutos de meses de trabajo. Ver a nuestros alumnos y alumnas motivados, creando cooperativamente obras artísticas, es todo un lujo. Acompañar al alumnado en todo el proceso de aprendizaje implica muchas dificultades, pero creemos que lo estamos consiguiendo.
¿QUÉ ES UN RETO?
“Un reto es un enfoque pedagógico que involucra activamente al estudiante en una situación problemática real, relevante y de vinculación con el entorno, lo que implica la definición de un reto y la implementación de una solución.”
¿POR QUÉ UN RETO ARTÍSTICO?
En estos últimos años la demanda laboral ha derivado en una fuerte apuesta por la tecnología en Los colegios y se han dejado de lado a las humanidades en general. Nuestro centro ha dado respuesta a esta carencia con el programa “Filosofía 3.18” y este proyecto artístico, entre otros. No rehuimos de la tecnología, pero queremos armonizar el enfoque pedagógico.
Esta iniciativa surge de la necesidad de recuperar un espacio para el área artística y aprovechar las competencias transversales que ofrece este ámbito. Tenemos como objetivo estimular la creatividad de los estudiantes y su capacidad crítica. El segundo aspecto relevante de este reto va en relación a la intervención con el entorno cercano del producto final, creado por el alumnado de primero de la ESO.
¿CUÁLES SON NUESTROS OBJETIVOS?
“Nuestra labor, en cuanto a la creatividad, es ayudar a los niños a que suban sus propias montañas, lo más arriba posible”.
Loris Malaguzzi
Siguiendo este precepto como objetivo principal del reto, queremos estimular la mejora del aprendizaje de los alumnos en relación con la interacción del colegio y otras instituciones, optimizando el potencial motivador del arte con actividades creativas y críticas y hora, mejorar la autoestima mediante la perspectiva de las inteligencias múltiples y la revisión feminista.
Objetivos del reto
Alumnos creando de manera cooperativa
ASPECTOS MÁS RELEVANTES DEL RETO ARTÍSTICO
“Entorno cercano y vínculos ciudadano/barrio”
Con nuestra experiencia en proyectos y retos, hemos observado que el aprendizaje significativo está muy vinculado a la interacción directa de los productos finales con el entorno cercano. Para promover el emprendimiento, el alumnado debe sentirse apoyado por parte del colegio en sus propuestas. Nuestro barrio de Sarrià es el entorno perfecto para mostrar todo lo que han aprendido y fortalecido los lazos ciudadano/espacio público.
“Año Picasso” 1973-2023
El próximo año se celebrará “El año Picasso” y este gran artista será nuestro cicerone. Nos sentimos muy afortunados de contar con la colaboración del Museu Picasso para lanzar el reto de arte. Picasso se rodeó de mujeres y hombres que impulsaron el paradigma artístico, quienes pondremos en valor.
Educación emocional
Queremos impulsar la autoestima de los alumnos y creemos que es importante que se respeten y respeten a sus compañeros. Por esta razón, llevamos a cabo dinámicas que apoyan sus habilidades sociales y su autoestima.
VALORACIÓN DE LAS PRIMERAS EXPERIENCIAS
Ya hemos finalizado el reto con una clase y estamos empezando con la segunda. La primera experiencia nos ha mostrado los logros conseguidos. Creemos firmemente que el trabajo en equipo debe ser tanto entre alumnos como entre nosotros, como equipo, pero también en dirección alumnos/profesores. Las metacogniciones y los momentos de evaluación conjunta de las tareas han permitido detectar puntos de mejora y ya los estamos introduciendo este mes. La profesión docente te obliga a aprender constantemente y aquellos que la defendemos no desperdiciamos esta gran oportunidad.
Viva el arte!
Este reto ha sido posible gracias a la colaboración de profesionales de la escuela y externos.
Equipo Sagrat Cor Sarrià
Pilar Clarasó (impulsora)
Carlos Nasarre (impulsor)
Pedro Armengou (impulsor)
Montse Andreu (asesoramiento distrito)
Quique Andreu (gestión de materiales)
Núria Castanedo (cesión de espacios)
Míriam Fernández (asesoramiento en danza)
Gloria Graell (colaboradora del reto de salud)
Laura Larregle (asesoramiento teatral)
Nina Pascual (asesoramiento pedagógico)
Núria Reventós (asesoramiento teatral)
Susana Tuset (asesoramiento digital)
Departamento Comunicación Sagrat Cor Sarrià
Equipo del reto artístico
Maria Busquets
Gustavo Herzog
Marta Pizarro
Todo el equipo de la ESO que nos cubre las salidas.
Agentes externos
Distrito de Sarrià Sant Gervasi
Anna Insúa (gestión y acompañamiento)
Celia Martínez (impulso gestión)
Museo Picasso
Vanessa Rojas
Maria Alcover
Polígrafa obra gráfica S.L.
Álvaro Puigdengolas, padre de un alumno de la ESO (charla sobre impresión gráfica artística)
Profesora de Historia del contemporáneo, perspectivas feministas y estudios de performance. Universidad de Barcelona. Crítica de arte, comisaria de exposiciones y proyectos educativos.
Un año más la capilla grande del colegio acogió la ceremonia de confirmación de 72 alumnos de 2º de Bachillerato que renovaron y confirmaron su compromiso cristiano recibiendo el sacramento de la confirmación. La ceremonia fue oficiada por el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Javier Vilanova.
Después de dos años en los que el aforo al acto estaba limitado, este año pudieron asistir familiares, amigos y también profesores que quisieron acompañar a los alumnos en este momento importante de su vida.
Durante la ceremonia el Obispo recalcó la valentía de los confirmantes de dar este paso voluntario en el camino de la fe y la decisión de querer seguirlo. Los animó a andar con la Iglesia y con Cristo ante el encuentro con él. ‘Barcelona está viva en la fe’, afirmó.
Por su parte, los alumnos quisieron agradecer la labor de las catequistas que les han acompañado en un ‘camino de reflexión’ que les ha ayudado a meter a Jesús en el centro de sus vidas. Mostraron su disposición a ser jóvenes alegres al servicio de los demás, ser instrumentos y transmitir los valores cristianos.
Con el recibimiento de la confirmación recibieron los dones de la gracia del Espíritu Santo y completaron la obra iniciada en el bautismo. Es el sacramento de la madurez cristiana para ser capaces de ser testigos de Cristo.
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